Aquí encontrarás librerías interesantes, con proyectos atractivos para combatir la competencia de las grandes compañías.
Persianas bajadas
La Llar del Llibre es una de las librerías independientes más emblemáticas de Sabadell. Fundada a principios del siglo pasado, hoy en día cuentan dos pequeños locales en el centro de la ciudad vallesana. El actual propietario, Joan Fàbregues, nos explica qué supone tener la persiana cerrada: “nos afecta mucho, porque sobre todo el mes de abril es el mes de más ventas del año. Hacemos ventas online, pero representan un tanto por ciento pequeño en comparación con la venta normal”.
Ante esta situación de crisis, las grandes empresas online del sector como Amazon no van a sufrir el mismo impacto que las librerías de proximidad. Según una encuesta elaborada por CCMA un 60% que tenía pensado comprar libros para Sant Jordi lo iba a hacer en esta compañía, mientras que solo un 35% lo haría en su librería de confianza. En este sentido, Fàbregues es bastante claro: “no podemos competir con las mismas herramientas, lo mejor que podemos ofrecer nosotros es asesoramiento y proximidad con los clientes”. Pero para Marià Marín i Torné, portavoz del Gremi de Llibreters, no se trata de una cuestión de tecnología, sino de praxis: “el problema no es que trabajen con internet, ya que nosotros también lo hacemos, el problema es que no jugamos en las mismas condiciones [...] El hecho de que paguen impuestos en otros países para ahorrarselos es un perjuicio a la competencia”.
Sant Jordi en manga corta
Ante la imposibilidad de salir de casa y abrir librerías, la Cambra del Llibre y el Gremi de Floristes acordaron aplazar la festividad de Sant Jordi. Finalmente, se celebrará el 23 de julio.
Como nos explican desde el Gremi de Llibreter de Catalunya, Sant Jordi es, junto con la campaña de Navidad, la mayor fuente de ingresos para las librerías. Solo el año pasado el sector facturó para el 23 de abril más de 22 millones de euros. Además, coincide con la celebración de ferias como el salón de cómic y con la presentación de multitud de novedades literarias. “Todo eso se ha perdido. Si cerrar ya es un perjuicio, cerrar en la temporada más alta es un desastre absoluto”, sentencia Marín i Torné, portavoz de la entidad.
Aún así hay esperanza, desde el sector creen que la fiesta del libro también tendrá éxito pese a celebrarse en julio. El librero sabadellense Joan Fàbregues tiene unas expectativas optimistas y cree que habrá buena acogida, puesto que “se trata de un año y unos hechos excepcionales”. Desde el Gremi de Llibreters dicen no querer renunciar a la fiesta y están convencidos de que será un éxito. Aunque son conscientes de que todos los sectores quedarán económicamente muy tocados. “La gente siente la fiesta como suya, es el día de los enamorados, el día del libro y la cultura; y eso es imbatible”, explica Marín i Torné.
"Si cerrar ya es un perjuicio, cerrar en la temporada más alta es un desastre"
La acción de las instituciones públicas
El Departament de Cultura de la Generalitat está llevando a cabo diversas medidas para favorecer la liquidez de editores y librerías. Según informan Josep Vives i Gràcies y Joaquín Bejarano Rodenas, de l’Àrea del Llibre de l’ICEC, desde el Servei de Biblioteques están haciendo compras directas a librerías hasta donde se lo permite la Ley de Contratos. Así como también han adelantado los pedidos de todo el año de novedades editoriales en catalán y aranés, aportando al sector 2.2 millones de euros. Por último, también han pedido a las bibliotecas municipales que dediquen una parte de las subvenciones que les dan a la compra de libros y diarios en librerías de proximidad, dotando a éstas de 1.7 millones.
El propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunció el pasado 27 de abril un acuerdo con los representantes del sector del libro para la creación de una comisión de trabajo con el objetivo de elaborar un “plan de rescate y reactivación” de su actividad económica. Por el momento, la Generalitat tiene planeado destinar un total de 10 millones de euros al sector cultural; buena parte de ellos para el ámbito del libro.
Librerías y editoriales necesitan dicho acuerdo, puesto que la crisis ha golpeado especialmente a todas esas pymes que deben mantener la persiana bajada y que forman el tejido cultural catalán. Según datos ofrecidos por la Conselleria de Cultura, el 5,8% de las empresas catalanas que han presentado un ERTE son del ámbito de la cultura. Y se prevé un 70% de pérdidas en ventas, debido a los 385.000 ejemplares de libros no vendidos durante el estado de alarma y el cese de la actividad de prácticamente el 40% del sector de la distribución.
Desde el Gremi de Llibreters piden a la Generalitat y al Gobierno central la aportación de liquidez, “como ya están haciendo Alemania, Países Bajos o Dinamarca”. Además, creen insuficientes las moratorias tributarias que les propone el Estado, puesto que “no hay facturación cuando estamos cerrados y liquidar unos impuestos está costando mucho”. La situación general tampoco ayuda a llevar a cabo una comunicación fluida con las instituciones: “con el Gobierno del Estado la interlocución falla, con los ayuntamientos es más sencilla y con la Generalitat no es fácil, aunque el nivel de respuesta es más elevado”.
Un sector cultural vivo
Desde las propias librerías y editoriales se han puesto en marcha multitud de iniciativas para mantener vivo el tejido cultural catalán y ofrecer a la sociedad la oportunidad de seguir apoyando la literatura de proximidad en periodo de confinamiento.
El Gremi de Llibreters de Catalunya ha iniciado la campaña publicitaria #senseparadaperòsenseparar de cara al 23 de abril. Su objetivo es el de promover la compra online a las pequeñas librerías para “mantener el vínculo entre amigos y ofrecer soporte económico para que la reanudación no sea tan difícil”, según explica Marín i Torné, portavoz del Gremi.
Por su parte, la editorial Comanegra impulsó la iniciativa solidaria #AdoptaUnaLlibreria el pasado 10 de abril. Tal y como explica Eva Comas Arnal, su responsable de comunicación, el proyecto tiene como objetivo “paliar en la medida de lo posible la situación precaria que está viviendo una parte importante del sector del libro”. Para ello han abierto la web Paradadecomanegra, donde los lectores que compren libros pueden donar un 30% del importe a la librería de proximidad que ellos decidan. Y pueden escoger si recibir el pedido ahora o pasado el confinamiento.
La campaña de Comanegra ha llegado a superar con creces las expectativas de sus impulsores. Se han sumado otras diez 10 editoriales independientes y se han adoptado en menos de dos semanas hasta 70 librerías.
"Se prevé un 70% de pérdidas en ventas"
Òmnium Cultural, junto con la cooperativa SOM y Agència Mortensen, ha iniciado el proyecto Llibreries Obertes, también con la intención de paliar los efectos de la crisis del COVID-19 en el sector del libro a nivel catalán. Como nos explica Marcel Mauri, vicepresidente de Òmnium, la iniciativa consiste en dos aspectos: en primer lugar, la “inyección de liquidez a las librerías catalanas” y en segundo lugar “pedir a los compradores que hagan una pequeña aportación”.
Y la iniciativa ha sido, en palabras de Mauri, “un éxito absoluto”. Se ha doblado el objetivo inicial, con la venta de 50.000 libros que han aportado casi un millón de euros de forma directa a las 457 librerías adheridas.
La crisis del COVID-19 ha supuesto un duro golpe para todo el sector cultural. Las librerías, con las persianas bajadas, a duras penas pueden sobrevivir; y una festividad tan emblemática e importante para el mundo del libro como Sant Jordi ha sido aplazada hasta verano. Pero a veces en las situaciones horribles puede surgir lo mejor de las personas. El conjunto de iniciativas solidarias para mitigar la crisis son ejemplo de ello. En palabras del vicepresidente de Òmnium, de esta situación podemos aprender que las pequeñas librerías son “el corazón de la cultura en nuestros barrios” y que “las tenemos que proteger entre todos”. Esperamos que, una vez sea seguro, volvamos a llenar las calles y las librerías de vida.
Entrevista a Marcel Mauri, Vicepresidente de Òmnium Cultural
1. ¿Cuándo nació la idea de crear esta iniciativa?
La idea de "LLibreries Obertes" nace justo al inicio del confinamiento con voluntad de ayudar al sector ante la bajada de ventas derivada del Estado de alarma. Nos debemos situar a mediados de marzo, justo un mes antes de Sant Jordi, uno de los momentos clave para las librerías de nuestro país. En este sentido, la cooperativa SOM y la agencia Mortensen, que habían puesto en marcha el proyecto, nos preguntaron si queríamos liderarlo, poniéndolo en Conocimiento de toda la comunidad que integra Òmnium Cultural, más de 182.000 socios y aportando nuestro Conocimiento en proyectos de micromecenazgo.
La idea era promover una iniciativa doblemente solidaria: un inyección directa de liquidez a las librerías de España y Latinoamérica para que puedan volver a abrir la persiana cuando termine el confinamiento y, la vez, se pedía a los compradores que hicieran una pequeña aportación a favor de proyectos que intenten mitigar los consecuencias sociales de la Covid-19. Y la ciudadanía respondió con crece. Hasta el día de Sant Jordi hemos vendido más de 50 .000 libros, lo que ha supuesto hacer llegar casi un millón de euros Directos a las 457 librerías adheridas
2. ¿Esperabais tal impacto?
Durante estos años, y eso siempre lo dice Jordi Cuixart desde la prisión, hemos aprendido que la ciudadanía nunca falla. Aunque esto no os diremos que no nos ha sorprendido. El objetivo inicial era vender 25.000 libros, que suponían aproximadamente medio millón de Euros. Como os podéis imaginar pues, doblar la cifra ha estado un éxito absoluto que sólo se explica por la solidaridad ciudadana y esta voluntad de no dejar a nadie solo, tampoco a los libreros, que cuando se les necesita siempre están.
3. ¿Creéis que vuestra propuesta puede ayudar a las pequeñas librerías de barrio?
Sí, de hecho es una propuesta hecha para y con los librerías de proximidad. El proyecto "Llibreries Obertes" dirige precisamente a ellas para que estas puedan volver a abrir la persiana, tras esta grave crisis sanitaria, pero también social y cultural. Como decíamos, la campaña, que estará activa hasta que finalice el confinamiento, permite ayudar a 457 librerías de todos los países catalanes. Esto es prácticamente la totalidad de las librerías de Cataluña. Al fin y al cabo, el objetivo de Òmnium es ser útil a la ciudadanía y promover una sociedad donde la cultura esté en el centro de todo, por tanto, las librerías de barrio son imprescindibles para nosotros. Son esos pequeños centros de cultura en el corazón de nuestras ciudades y barrios. Las debemos proteger entre todos.
4. ¿Cómo valoráis los resultados obtenidos?
Los Resultados de la Diada de Sant Jordi superaron los expectativas. Como os comentaba en un Principio, nos habíamos marcado el objetivo de inyectar medio millón de euros en las librerías, y cada euro que hemos ido superando, era una pequeña contribución más a favor de las librerías y de los proyectos solidarios que intenten mitigar los consecuencias sociales del Covid-19.
5. ¿Creéis que esta cooperación entre diferentes agentes del sector puede prosperar más allá de la duración de la pandemia?
Si algo nos ha enseñado esta pandemia es la necesidad de cooperar, de trabajar conjuntamente si queremos alcanzar objetivos compartidos. Como Òmnium Cultural esto lo hemos intentado hacer siempre, el propio 1 de Octubre es un ejemplo de cooperación entre la ciudadanía. Ahora estamos intentando hacer lo mismo para ayudar a paliar el coronavirus y sus consecuencias. Con el "sprint solidario" conseguimos dar medio millón de euros directos e íntegros para 4 proyectos dedicados a la lucha contra la Covid-19 (#JoEmCorono de los doctores Bonaventura Clotet y Oriol Medio, la "Respuesta Coronavirus" del Hospital Clínico , el Banco de los Alimentos, y la recogida de material sanitario del Colegio de Médicos de Barcelona). También, se trabajó coordinadamente con el tercer sector y otras entidades construyendo la gran red solidaria "Dame la mano". Y "Llibreries Obertes" es un otro ejemplo. Lo que está claro es que esta cooperación se debe construir, la debemos edificar entre todos y todas. Solo prosperará en la medida que como ciudadanos apostemos de forma clara.
6. ¿Cómo pueden competir las pequeñas librerías con los gigantes de Internet como Amazon en una situación como esta?
Las pequeñas y medianas librerías tienen, a diferencia de las grandes plataformas, el valor de la proximidad. El tú a tú con el librero, el valor añadido de sus recomendaciones, de la posibilidad de hojear las primeras páginas de una novela, de las charlas literarias, de los clubes de lectura, de las presentaciones que organizan, etc. Es por esto que decimos que una librería es un centro de cultura y que los Debemos fortalecer. Pero para hacerlo, debemos ponerlas en valor entre todos. Esto es lo que las hace competitivas y es lo que hemos intentado con "Llibreries Obertes": destacar el gran valor que nos dan como país.
LIBRERÍAS PARA PERDERSE
Esta es la selección del equipo de "Literatura de Proximidad". Más adelante indagaremos en ellas y os mostraremos nuevos descubrimientos.
Las pequeñas librerías independientes que podemos encontrar Barcelona, Terrassa y Sabadell
Persianas bajadas: relato de un Sant Jordi confinado
Las librerías están confinadas, como nosotros. Llevan más de cuarenta días con las persianas bajadas. También hemos presenciado algo inaudito: las calles vacías, tristes, en Sant Jordi. La crisis del COVID-19 supone un gran impacto económico para el sector cultural. Especialmente para todo el tejido de pequeñas librerías y editoriales independientes que no pueden competir de tú a tú con los grandes del sector como Amazon.
Joel Fageda, Adrián Fernández, Jordi Martín y Jordi Muñoz
Persianas bajadas
La Llar del Llibre es una de las librerías independientes más emblemáticas de Sabadell. Fundada a principios del siglo pasado, hoy en día cuentan dos pequeños locales en el centro de la ciudad vallesana. El actual propietario, Joan Fàbregues, nos explica qué supone tener la persiana cerrada: “nos afecta mucho, porque sobre todo el mes de abril es el mes de más ventas del año. Hacemos ventas online, pero representan un tanto por ciento pequeño en comparación con la venta normal”.
Ante esta situación de crisis, las grandes empresas online del sector como Amazon no van a sufrir el mismo impacto que las librerías de proximidad. Según una encuesta elaborada por la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals un 60% que tenía pensado comprar libros para Sant Jordi lo iba a hacer en esta compañía, mientras que solo un 35% lo haría en su librería de confianza. En este sentido, Fàbregues es bastante claro: “no podemos competir con las mismas herramientas, lo mejor que podemos ofrecer nosotros es asesoramiento y proximidad con los clientes”. Pero para Marià Marín i Torné, portavoz del Gremi de Llibreters, no se trata de una cuestión de tecnología, sino de praxis: “el problema no es que trabajen con internet, ya que nosotros también lo hacemos, el problema es que no jugamos en las mismas condiciones [...] El hecho de que paguen impuestos en otros países para ahorrarselos es un perjuicio a la competencia”.
Sant Jordi en manga corta
Ante la imposibilidad de salir de casa y abrir librerías, la Cambra del Llibre y el Gremi de Floristes acordaron aplazar la festividad de Sant Jordi. Finalmente, se celebrará el 23 de julio.
Como nos explican el Gremi de Llibreters de Catalunya, Sant Jordi es, junto con la campaña de Navidad, la mayor fuente de ingresos para las librerías. Solo el año pasado el sector facturó para el 23 de abril más de 22 millones de euros. Además, coincide con la celebración de ferias como el salón de cómic y con la presentación de multitud de novedades literarias. “Todo eso se ha perdido. Si cerrar ya es un perjuicio, cerrar en la temporada más alta es un desastre absoluto”, sentencia Marín i Torné, portavoz de la entidad.
Aún así hay esperanza, desde el sector creen que la fiesta del libro también tendrá éxito pese a celebrarse en julio. El librero sabadellense Joan Fàbregues tiene unas expectativas optimistas y cree que habrá buena acogida, puesto que “se trata de un año y unos hechos excepcionales”.Por otro lado, el Gremi de Llibreters no quiere renunciar a la fiesta y están convencidos de que será un éxito. Aunque son conscientes de que todos los sectores quedarán económicamente muy tocados. “La gente siente la fiesta como suya, es el día de los enamorados, el día del libro y la cultura; y eso es imbatible”, explica Marín i Torné.
"Si cerrar ya es un perjuicio, cerrar en la temporada más alta es un desastre"
La acción de las instituciones públicas
El Departament de Cultura de la Generalitat está llevando a cabo diversas medidas para favorecer la liquidez de editores y librerías. Según informan Josep Vives i Gràcies y Joaquín Bejarano Rodenas, de l’Àrea del Llibre de l’ICEC, el Servei de Biblioteques están haciendo compras directas a librerías hasta donde se lo permite la Ley de Contratos. Así como también han adelantado los pedidos de todo el año de novedades editoriales en catalán y aranés, aportando al sector 2.2 millones de euros. Por último, también han pedido a las bibliotecas municipales que dediquen una parte de las subvenciones que les dan a la compra de libros y diarios en librerías de proximidad, dotando a éstas de 1.7 millones.
El propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunció el pasado 27 de abril un acuerdo con los representantes del sector del libro para la creación de una comisión de trabajo con el objetivo de elaborar un “plan de rescate y reactivación” de su actividad económica. Por el momento, la Generalitat tiene planeado destinar un total de 10 millones de euros al sector cultural; buena parte de ellos para el ámbito del libro.
Librerías y editoriales necesitan dicho acuerdo, puesto que la crisis ha golpeado especialmente a todas esas pymes que deben mantener la persiana bajada y que forman el tejido cultural catalán. Según datos ofrecidos por la Conselleria de Cultura, el 5,8% de las empresas catalanas que han presentado un ERTE son del ámbito de la cultura. Y se prevé un 70% de pérdidas en ventas, debido a los 385.000 ejemplares de libros no vendidos durante el estado de alarma y el cese de la actividad de prácticamente el 40% del sector de la distribución.
Desde el Gremi de Llibreters piden a la Generalitat y al Gobierno central la aportación de liquidez, “como ya están haciendo Alemania, Países Bajos o Dinamarca”. Además, creen insuficientes las moratorias tributarias que les propone el Estado, puesto que “no hay facturación cuando estamos cerrados y liquidar unos impuestos está costando mucho”. La situación general tampoco ayuda a llevar a cabo una comunicación fluida con las instituciones: “con el Gobierno del Estado la interlocución falla, con los ayuntamientos es más sencilla y con la Generalitat no es fácil, aunque el nivel de respuesta es más elevado”.
Un sector cultural vivo
Las propias librerías y editoriales han puesto en marcha multitud de iniciativas para mantener vivo el tejido cultural catalán y ofrecer a la sociedad la oportunidad de seguir apoyando la literatura de proximidad en periodo de confinamiento.
El Gremi de Llibreters de Catalunya ha iniciado la campaña publicitaria #senseparadaperòsenseparar de cara al 23 de abril. Su objetivo es el de promover la compra online a las pequeñas librerías para “mantener el vínculo entre amigos y ofrecer soporte económico para que la reanudación no sea tan difícil”, según explica Marín i Torné, portavoz del Gremi.
Por su parte, la editorial Comanegra impulsó la iniciativa solidaria #AdoptaUnaLlibreria el pasado 10 de abril. Tal y como explica Eva Comas Arnal, su responsable de comunicación, el proyecto tiene como objetivo “paliar en la medida de lo posible la situación precaria que está viviendo una parte importante del sector del libro”. Para ello han abierto la web Paradadecomanegra, donde los lectores que compren libros pueden donar un 30% del importe a la librería de proximidad que ellos decidan. Y pueden escoger si recibir el pedido ahora o pasado el confinamiento.
La campaña de Comanegra ha llegado a superar con creces las expectativas de sus impulsores. Se han sumado otras diez 10 editoriales independientes y se han adoptado en menos de dos semanas hasta 70 librerías.
"Se prevé un 70% de pérdidas en ventas"
Òmnium Cultural, junto con la cooperativa SOM y Agència Mortensen, ha iniciado el proyecto Llibreries Obertes, también con la intención de paliar los efectos de la crisis del COVID-19 en el sector del libro a nivel catalán. Como nos explica Marcel Mauri, vicepresidente de Òmnium, la iniciativa consiste en dos aspectos: en primer lugar, la “inyección de liquidez a las librerías catalanas” y en segundo lugar “pedir a los compradores que hagan una pequeña aportación”.
Y la iniciativa ha sido, en palabras de Mauri, “un éxito absoluto”. Se ha doblado el objetivo inicial, con la venta de 50.000 libros que han aportado casi un millón de euros de forma directa a las 457 librerías adheridas.
Fuente: Canal oficial de youtube del Gremi de Llibreters de Catalunya
Realizado por el equipo de Literatura de proximidad
La crisis del COVID-19 ha supuesto un duro golpe para todo el sector cultural. Las librerías, con las persianas bajadas, a duras penas pueden sobrevivir; y una festividad tan emblemática e importante para el mundo del libro como Sant Jordi ha sido aplazada hasta verano. Pero a veces en las situaciones horribles puede surgir lo mejor de las personas. El conjunto de iniciativas solidarias para mitigar la crisis son ejemplo de ello. En palabras del vicepresidente de Òmnium, de esta situación podemos aprender que las pequeñas librerías son “el corazón de la cultura en nuestros barrios” y que “las tenemos que proteger entre todos”. Esperamos que, una vez sea seguro, volvamos a llenar las calles y las librerías de vida.
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Entrevista a Marcel Mauri, Vicepresidente de Òmnium Cultural
1. ¿Cuándo nació la idea de crear esta iniciativa?
La idea de "LLibreries Obertes" nace justo al inicio del confinamiento con voluntad de ayudar al sector ante la bajada de ventas derivada del Estado de alarma. Nos debemos situar a mediados de marzo, justo un mes antes de Sant Jordi, uno de los momentos clave para las librerías de nuestro país. En este sentido, la cooperativa SOM y la agencia Mortensen, que habían puesto en marcha el proyecto, nos preguntaron si queríamos liderarlo, poniéndolo en Conocimiento de toda la comunidad que integra Òmnium Cultural, más de 182.000 socios y aportando nuestro Conocimiento en proyectos de micromecenazgo.
La idea era promover una iniciativa doblemente solidaria: un inyección directa de liquidez a las librerías de España y Latinoamérica para que puedan volver a abrir la persiana cuando termine el confinamiento y, la vez, se pedía a los compradores que hicieran una pequeña aportación a favor de proyectos que intenten mitigar los consecuencias sociales de la Covid-19. Y la ciudadanía respondió con crece. Hasta el día de Sant Jordi hemos vendido más de 50 .000 libros, lo que ha supuesto hacer llegar casi un millón de euros Directos a las 457 librerías adheridas
2. ¿Esperabais tal impacto?
Durante estos años, y eso siempre lo dice Jordi Cuixart desde la prisión, hemos aprendido que la ciudadanía nunca falla. Aunque esto no os diremos que no nos ha sorprendido. El objetivo inicial era vender 25.000 libros, que suponían aproximadamente medio millón de Euros. Como os podéis imaginar pues, doblar la cifra ha estado un éxito absoluto que sólo se explica por la solidaridad ciudadana y esta voluntad de no dejar a nadie solo, tampoco a los libreros, que cuando se les necesita siempre están.
3. ¿Creéis que vuestra propuesta puede ayudar a las pequeñas librerías de barrio?
Sí, de hecho es una propuesta hecha para y con los librerías de proximidad. El proyecto "Llibreries Obertes" dirige precisamente a ellas para que estas puedan volver a abrir la persiana, tras esta grave crisis sanitaria, pero también social y cultural. Como decíamos, la campaña, que estará activa hasta que finalice el confinamiento, permite ayudar a 457 librerías de todos los países catalanes. Esto es prácticamente la totalidad de las librerías de Cataluña. Al fin y al cabo, el objetivo de Òmnium es ser útil a la ciudadanía y promover una sociedad donde la cultura esté en el centro de todo, por tanto, las librerías de barrio son imprescindibles para nosotros. Son esos pequeños centros de cultura en el corazón de nuestras ciudades y barrios. Las debemos proteger entre todos.
4. ¿Cómo valoráis los resultados obtenidos?
Los Resultados de la Diada de Sant Jordi superaron los expectativas. Como os comentaba en un Principio, nos habíamos marcado el objetivo de inyectar medio millón de euros en las librerías, y cada euro que hemos ido superando, era una pequeña contribución más a favor de las librerías y de los proyectos solidarios que intenten mitigar los consecuencias sociales del Covid-19.
5. ¿Creéis que esta cooperación entre diferentes agentes del sector puede prosperar más allá de la duración de la pandemia?
Si algo nos ha enseñado esta pandemia es la necesidad de cooperar, de trabajar conjuntamente si queremos alcanzar objetivos compartidos. Como Òmnium Cultural esto lo hemos intentado hacer siempre, el propio 1 de Octubre es un ejemplo de cooperación entre la ciudadanía. Ahora estamos intentando hacer lo mismo para ayudar a paliar el coronavirus y sus consecuencias. Con el "sprint solidario" conseguimos dar medio millón de euros directos e íntegros para 4 proyectos dedicados a la lucha contra la Covid-19 (#JoEmCorono de los doctores Bonaventura Clotet y Oriol Medio, la "Respuesta Coronavirus" del Hospital Clínico , el Banco de los Alimentos, y la recogida de material sanitario del Colegio de Médicos de Barcelona). También, se trabajó coordinadamente con el tercer sector y otras entidades construyendo la gran red solidaria "Dame la mano". Y "Llibreries Obertes" es un otro ejemplo. Lo que está claro es que esta cooperación se debe construir, la debemos edificar entre todos y todas. Solo prosperará en la medida que como ciudadanos apostemos de forma clara.
6. ¿Cómo pueden competir las pequeñas librerías con los gigantes de Internet como Amazon en una situación como esta?
Las pequeñas y medianas librerías tienen, a diferencia de las grandes plataformas, el valor de la proximidad. El tú a tú con el librero, el valor añadido de sus recomendaciones, de la posibilidad de hojear las primeras páginas de una novela, de las charlas literarias, de los clubes de lectura, de las presentaciones que organizan, etc. Es por esto que decimos que una librería es un centro de cultura y que los Debemos fortalecer. Pero para hacerlo, debemos ponerlas en valor entre todos. Esto es lo que las hace competitivas y es lo que hemos intentado con "Llibreries Obertes": destacar el gran valor que nos dan como país.
Entrevista a Marià Marín i Torné, Gremi de Llibreters de Catalunya
1. ¿Cómo está afectando el confinamiento y que la gente no pueda ir a comprar a las librerías?
Es un desastre absoluto. Pero el primer desastre es la crisis humanitaria. Esto va por delante. Desde el Gremio dijimos que mientras las autoridades científicas y sanitarias no digan que es seguro, nosotros no abriremos.
A nivel de Cambra de Cataluña (con editores, distribuidores, librerías, etc.) decidimos que lo más oportuno era aplazar el Día del Libro. No renunciamos a esta festividad, pero la haremos más adelante, cuando sea posible y seguro. Hoy es un día extraño, ya que no podemos llenar las calles y las plazas de todos los pueblos y ciudades del país de paradas de venta de libros. Sin embargo, la multiplicidad de iniciativas ha ayudado a tener una celebración diferente. La gente siente la fiesta suya, en definitiva, es el Día de los enamorados, el Día del libro y la cultura. Y esto es imbatible.
2. ¿Qué medidas estáis promoviendo desde las librerías? ¿Sustituir la compra en tienda por compra online?
Las librerías se han movido mucho. Tenemos un hashtag y un lema asociado a un spot que pasamos por todos los medios de comunicación: “El día 23 de abril las librerías #senseparadesperòsenseparar”. Todas las librerías de Cataluña por pequeñitas que sean tienen redes sociales, web, correo y a todas se les puede ayudar comprando un libro.
Llevamos cuarenta días cerrados. No sabremos qué pasará después y en qué condiciones se podrá abrir. Es un perjuicio económico enorme. La acción de comprar online a las librerías no solo sirve para mantener el vínculo con las librerías y la lectura, sino también representa un apoyo económico que permitirá que la reanudación no sea tan difícil.
3. ¿Qué pedís a la Generalitat o en el gobierno central de cara a paliar los efectos económicos en el sector por el confinamiento?
No tenemos el negocio cerrado por mala gestión, sino por obligación. La Generalitat y el Gobierno del Estado piden una aportación de liquidez, al estilo de Alemania, Países Bajos o Dinamarca. Cuando nos comentan que abrirán líneas de crédito a corto plazo para poder pagar impuestos nos parece una barbaridad. También el hecho de conseguir las moratorias tributarias, fiscales nos parece interesante, pero no hay facturación cuando estás cerrado. Por lo tanto, nos ha costado mucho liquidar nuestros impuestos. Se intenta día a día, pero es una batalla continua. Creemos que la interlocución [con el gobierno del estado] falla. Con los ayuntamientos es más sencilla, con la Generalitat no es fácil pero el nivel de respuesta es más elevado.
Las compras de bibliotecas de ejemplares tienen una serie de cursos de normativa europea que en caso de pandemia permiten muchas flexibilizaciones, como hacen otros países. Y en el Estado español todavía lo están acordando. Esto nos complica mucho, porque mantener una actividad, aunque no haya actividad de cara al público provoca que el impacto económico sea menos grave y la reanudación sea menos difícil.
4. ¿Cómo pueden competir las pequeñas librerías con los gigantes de Internet como Amazon? ¿Qué tenéis vosotros que no tienen ellos?
Una cosa que tenemos es Sant Jordi. Un milagro que organizan las librerías y floristerías. En el caso de Cataluña, tenemos quizás la red librera más densa de Europa. Esto es Patrimonio Cultural. La Unesco lo considera el Día Mundial del Libro. La fiesta de Sant Jordi es candidata a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esto es gracias a que todo el mundo, sea cual sea la edad, sale a la calle y va a las librerías.
El problema con Amazon no es que trabajen con internet, nosotros también lo hacemos. El problema es que no juegan con las mismas condiciones y la competencia no es la misma. El hecho de que tengan los impuestos con otro país genera una alusión fiscal, lo que representa un agravio de competencia, ya que no pagan las tasas de nuestro país. No es una cuestión de tecnología, sino de praxis.
5. ¿Qué supone para las pequeñas librerías aplazar Sant Jordi hasta julio? ¿Creéis que la gente llenará las calles y comprará libros como si fuera 23 de abril? ¿Esperáis una buena acogida?
Muy claro y muy catalán. El año pasado facturamos más de 22 millones de euros. También hay que destacar que durante el mes de abril y principios de mayo se celebran muchas ferias, como es el caso del Salón del Cómic. Con la pandemia todo se ha cancelado. Todo este mes, junto con la campaña de Navidad, supone el porcentaje más elevado de ventas del año. Si cerrar ya es un perjuicio, cerrar cuando es la temporada más alta, es un perjuicio enorme. Cuando la podamos celebrar en julio y después de haber pasado este confinamiento largo, estamos convencidos que la fiesta será un éxito. Yo creo que podremos recuperar el pulso vital y las calles y la actividad volverán a la normalidad.
No obstante, somos conscientes que económicamente todos los sectores están muy tocados, que hay ERTOS y que la cifra de paro está subiendo constantemente, pero la vida va por delante. Una fiesta que es señal de identidad la tenemos que hacer sí o sí. No nos rendimos, no renunciamos a hacerla. Estamos convencidos que se llenará. Las librerías ya están preparadas. Esto es el que nosotros somos y reivindicamos.
LIBRERÍAS PARA PERDERSE
Las pequeñas librerías independientes que podemos encontrar Barcelona, Terrassa y Sabadell
Esta es la selección del equipo de "Literatura de Proximidad". Más adelante indagaremos en ellas y os mostraremos nuevos descubrimientos.